A continuación un artículo escrito por el embajador de China en México, Qiu Xiaoqi, el 23 de enero, sobre la economía de China en 2018 y su papel en el desarrollo mundial.
La economía china creció un 6.6 por ciento interanualmente en 2018, superando por primera vez los 90 billones de yuanes (13.2 millones de dólares). Además, se crearon 13.61 millones de nuevos puestos de trabajo en las zonas urbanas. Estas alentadoras cifras implican que la economía china en general se incrementó de forma estable y mejoró su rendimiento.
En 2018, la economía mundial retrocedió, al sufrir por el unilateralismo y el proteccionismo, con fluctuaciones drásticas en el mercado financiero, el precio de commodities, así como la disminución considerable de la inversión a nivel global. Estos factores suponían un gran reto para la segunda economía mundial, y ante esto, no fue nada fácil el resultado de la economía china.
La economía china avanzó hacia un desarrollo de alta calidad. Hablando de la estructura de demanda, el consumo siguió siendo el principal motor de crecimiento, con un aporte de 76.2 por ciento. El sector servicios representó más de la mitad del PIB, y la industria aceleró su transformación hacia la gama media-alta. La manufactura de alta tecnología aumentó en 11.7 por ciento y las industrias emergentes duplicaron su producción. Además, las ventas minoristas en línea subieron un 23.9 por ciento. Con respecto al ingreso per cápita, en 2018 el PIB per cápita de los chinos sumó casi 10 mil dólares, y la renta disponible per cápita creció en 6.5 por ciento. Por sexto año consecutivo, se crearon más de 13 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas. Con estos datos, la economía china muestra sus sólidos fundamentos y resiliencia ante la presión.
Cuando la gobernanza global afronta retos sin precedentes y la economía mundial se debilita, el 6.6 por ciento de crecimiento de China se sitúa en el primer puesto entre las mayores cinco economías. Aportando cerca del 30 por ciento al incremento económico mundial, la economía de China sigue siendo su mayor contribuyente. Por un lado, China perfeccionó la estructura comercial, cuyo volumen de importaciones y exportaciones superó 30 billones de yuanes, un incremento interanual de 9.7 por ciento y un nuevo récord. Las impotaciones y exportaciones crecieron 7.7 y 12.9 por ciento, respectivamente. Por el otro lado, China intensificó su reforma y apertura, poniendo en práctica más medidas para relajar las restricciones de acceso al mercado financiero y automovilístico, acción aplaudida por el sector empresarial internacional. La exitosa Exposición Internacional de Importaciones de China atrajo la participación de comerciantes de 172 países, regiones y organizaciones internacionales y cerró con 57 mil 830 millones de dólares en intenciones de negocio, demostrando la atracción del mercado chino. De la fábrica mundial al mercado mundial, China, con un desempeño económico estable, trae la confianza y el impulso para el mundo.
China tiene casi mil 400 millones de habitantes, una población de ingresos medios superior a 400 millones de personas y una de mano de obra de alrededor de 900 millones de personas. El enorme mercado interno se trata de la esperanza y el potencial para el futuro, además de ser la razón del por qué la economía china avanza por un largo tiempo. Adhiriéndose a la inclusión y apertura, China trabajará con el resto del mundo para inyectar la energía positiva al sano desarrollo de la economía mundial.