La economía china sigue avanzando

Últimamente, varios índices económicos de China sufren fluctuaciones, por ejemplo, la depreciación de RMB, la desaceleración de inversiones en infraestructura y el descenso en el precio de viviendas en las principales grandes ciudades. Al respecto, aumentan las dudas y la preocupación por la economía china. Incluso, hay opiniones en Occidente de que “la guerra comercial con Estados Unidos golpea la economía china” y “está por venir la crisis de la economía china”, que son conjeturas subjetivas e infundadas. Es imperativa una visión integral, objetiva y dialéctica para juzgar el desempeño económico del país.

Para evitar conclusiones erróneas y unilaterales sobre la economía china, se debe tener una visión en conjunto. En la primera mitad del año, el PIB de China subió 6.8%, ubicándose por 12 trimestres consecutivos en un rango entre 6.7% y 6.9%. De enero a agosto, se crearon más de 10 millones de puestos de trabajo, la tasa de desempleo urbano se situó alrededor de un bajo nivel de 5% y el índice de precios al consumidor aumentó de forma moderada. Además, la reserva de divisas se mantiene por encima de 3 billones de dólares. Los principales índices macroeconómicos: el crecimiento económico, el empleo, la inflación y la balanza de pagos internacionales se encuentran en un rango razonable. Esto revela las bases estables de la economía china, destacada por su capacidad frente a los riesgos y su resiliencia. Podemos descartar la posibilidad de un “duro aterrizaje”. En cuanto a la guerra comercial con Estados Unidos, confesamos su impacto negativo, pero también limitado y controlable a la economía china, cuyo desempeño nunca depende de factores externos.

Para evitar la toma de medidas sin considerar el cambio de las circunstancias, se necesita una visión en desarrollo. A lo largo del año, el gobierno chino ha logrado resultados notables en el reajuste estructural, el impulso a la transformación y la prevención de riesgos, acelerándose el desarrollo de la capacidad productiva avanzada y la eliminación de la atrasada y recuperándose las inversiones privadas. La innovación y las actividades emprendedoras funcionan como un turbocompresor para impulsar la economía. Mientras tanto, la creciente población con ingresos medios ha incentivado la demanda del consumo, lo cual contribuyó al incremento del PIB un 78.5% en la primera mitad del año. Además, China está impulsando una apertura del más alto nivel. Se relajarán aún más las restricciones del acceso al mercado, abrirá en gran medida sus finanzas, ampliará positivamente sus importaciones y creará un entorno de inversión más atractivo. Estas medidas elevarán la competitividad de la economía china y promoverán el desarrollo de una mejor calidad y eficiencia.

Mirando al futuro, la economía china, con bases sólidas y plena confianza, superará las dificultades para seguir avanzando. Continuará su papel estabilizador e impulsor para la economía global, y aportará su contribución a la globalización económica, la liberalización y facilitación del comercio y la inversión.

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