Una de las promesas electorales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empieza a convertirse en realidad tras la firma hoy del decreto que autoriza la creación de un muro en los más de 3.000 kilómetros de la frontera con México.
La medida, una de las más polémicas por tratarse para muchos de una política xenófoba, es considerada además por analistas venezolanos de “agresiva”, “abrupta” y “sectaria”.
En entrevista con Xinhua, el internacionalista experto en temas de Estados Unidos, Omar Galíndez, dijo que la decisión de Trump puede ser contraproducente para su propio país, con un aumento en el desempleo en esa nación norteamericana.
“Esa es una política bastante agresiva por parte de Donald Trump, puesto que buena parte de los trabajadores en los oficios domésticos, servicios en restaurantes, hoteles, colegios en Estados Unidos lo realizan no solamente mexicanos, sino hispanoparlantes que hacen vida en ese país”, explicó.
El desempleo en Estados Unidos, que se ubica en 5 por ciento según cifras oficiales, puede evidenciar futuros picos si se aplican sanciones a las “ciudades santuarios”, acusadas por el magnate inmobiliario de ser “benevolentes” con los inmigrantes.
A juicio de Galíndez, Trump puede convertirse en el presidente “que eleve el nivel de incorporación de las grandes masas de desempleo en Estados Unidos”, pero a su vez esto puede provocar que las labores que desempeñan los inmigrantes ilegales comiencen a ejercerlas los ciudadanos estadounidenses.
“Trabajos de esta naturaleza son ejercidos fundamentalmente por los afrodescendientes y por blancos entre 30 y 45 años, que no tienen título universitario”, acotó.
Además, este futuro cercano puede repercutir en los intereses de los comerciantes y dueños de medios de producción, a quienes les conviene la mano de obra barata de los indocumentados.
“Como a los mexicanos y a los latinos les pagan muy por debajo del salario que corresponde a los estadounidenses, eso tiene algún atractivo para los negociantes, comerciantes, dueños de supermercados, que consideran a los latinos muy por debajo de la mano de obra norteamericana por no tener sus papeles en regla”, apuntó.
Por su parte, el analista político, Luis Delgado, sostuvo que la medida de Trump de extender el muro en la frontera con México refleja el repliegue que ahora hace Estados Unidos frente a lo que era su bandera hasta ahora, la globalización.
Delgado destacó que debido a las consecuencias dejadas por la deslocalización de las empresas estadounidenses en búsqueda de mano de obra barata en otras naciones, se pretende ahora aplicar medidas proteccionistas que puedan resarcir los efectos negativos a la economía de ese país.
“Lo que se está planteando cada vez más es una política del doble rasero, en la cual los presidentes, incluso los sectores económicos de los países (industrializados), propugnan una globalización en los países del sur, países más pobres del planeta, y una medidas hiperproteccionistas para países más desarrollados”, explicó.
Aseguró que cada vez más los distintos “adalides” de las políticas “transnacionalizadas” se ven en la disyuntiva de tener que elegir entre hundir a sus propios países en el desempleo, la informalidad, la flexibilización laboral, y la otra opción es volver a las medidas de proteccionismo.
No obstante, el discurso de investidura de Trump reflejó el compromiso de la nueva administración de Washington con la garantía del empleo de los ciudadanos estadounidenses mediante el regreso al país de diversas empresas, la pregunta ahora es cuál será el destino de los latinoamericanos.
Los analistas agregaron que no sólo la expansión del muro, sino todas las políticas antiinmigración que puedan desencadenarse, pueden “traer una oleada de mayor represión” de Estados Unidos hacia las naciones del sur.
(Fuente: Xinhua en Español)