COMENTARIO: Alianza Japón-EEUU se les volverá en contra si pone en riesgo la estabilidad regional

La alianza entre Japón y Estados Unidos, que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, aspira a reforzar con su visita a Pearl Harbor, podría volverse en su contra si pone en riesgo la estabilidad de la región.

La próxima visita de Abe a la base naval, sobre la que el Ejército japonés lanzó hace 75 años un ataque sorpresa que llevó a EEUU a entrar en la II Guerra Mundial, es interpretada mayoritariamente como un símbolo de la reconciliación entre los antiguos enemigos bélicos.

Hay quién también asocia la visita al viaje que el presidente estadounidense, Barack Obama, realizó en mayo a Hiroshima, una de las dos ciudades niponas que sufrió los ataques con bombas atómicas de EEUU en 1945.

Ambas visitas son consideradas “hitos” en la alianza Japón-EEUU, que se ha prolongado durante décadas desde el final de la guerra y ha sido impulsada por el gobierno derechista de Abe, y también por la administración Obama, como parte de su política del “giro hacia Asia”.

A Tokio, la mejora de la alianza puede ayudarle a materializar su ambición de convertirse en una potencia política y militar a nivel global; a Washington, la relación le sirve como herramienta para interferir en los asuntos asiáticos y contrarrestar a una China que va en ascenso.

Así pues, cuando el presidente electo de EEUU, Donald Trump, sugirió durante la campaña electoral que Japón debería armarse por sí mismo en lugar de contar con la protección de Estados Unidos, Abe se preocupó de verdad por que la alianza entre ambos países pudiese ser cuestionada.

Al margen de esas preocupaciones, Abe no ha ahorrado esfuerzos para expresar la fidelidad de Tokio a Washington y su entusiasmo por mantener la alianza.

Más de un mes antes de su viaje a Pearl Harbor, Abe se reunió en Nueva York con Trump, y se convirtió en el primer líder extranjero en mantener un encuentro con el presidente electo tras su victoria electoral.

De hecho, tanto Japón como Estados Unidos, con sus objetivos estratégicos egoístas, han construido una alianza que ha traído factores desestabilizadores a la región.

Por un lado, la cooperación militar entre los dos aliados ha estimulado la militarización de Japón, lo que provocó la preocupación de sus vecinos, que ya sufrieron la agresión nipona en la II Guerra Mundial.

Por otra parte, la falta de entendimiento y confianza mutuos entre Japón y sus vecinos debido al fomento de su alianza con EEUU también ha dificultado en gran medida la integración regional y la cooperación económica.

Si esta alianza continúa amenazando la estabilidad regional, podría volverse en su contra, ya que tanto Japón como Estados Unidos, como el resto de países de la región, necesitan un ambiente pacífico y estable para materializar sus legítimos intereses.

(Fuente: Xinhua en Español)

JAPAN-HIROSHIMA-ATOMIC BOMBING-ANNIVERSARY

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