Al concluir hoy la visita a China de la asesora de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Barack Obama, Susan Rice, el énfasis de ambas partes en la cooperación transmite una señal positiva para los lazos bilaterales.
Aunque la visita se produce poco después del fallo del 12 de julio sobre el Mar Meridional de China, Rice no mencionó el tema de manera directa en sus declaraciones iniciales al reunirse con el presidente de China Xi Jinping.
Cuando el tribunal de arbitraje para el caso del Mar Meridional de China emitió su fallo, Estados Unidos apoyó con firmeza a Filipinas, pero recientemente el país se ha alejado del fallo, el cual ha sido descrito por China como “un desperdicio de papel”.
Más de 70 países y organizaciones internacionales y regionales han hecho declaraciones en las que expresan su comprensión y apoyo a la postura de China.
Esto dice mucho de la actitud de la comunidad internacional hacia los juegos políticos y demuestra la futilidad de los intentos de países por manchar a China.
El cambio en la actitud estadounidense está relacionado con el apoyo generalizado que China ha recibido de la comunidad internacional y de la disposición del gobierno filipino de entablar negociaciones bilaterales con China.
Por supuesto, la política exterior de Estados Unidos hacia China no cambiará de manera fundamental y es obvio que los intereses en común entre China y Estados Unidos superan sus diferencias y que el valor estratégico de la cooperación es más importante que nunca antes.
Estados Unidos debe entender con claridad que las dos partes tienen que apegarse con firmeza al rumbo general de los lazos bilaterales para que estos no se vean afectados por problemas temporales.
Los lazos entre China y Estados Unidos son las relaciones bilaterales más relevantes del mundo, como lo señaló Rice en su reunión con Xi. Como las dos economías más grandes del mundo, los dos países no pueden darse el lujo de las confrontaciones y las distracciones.
Es alentador que el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry haya enfatizado la importancia de dar vuelta a la página en la disputa del Mar Meridional de China y de iniciar negociaciones y conversaciones entre los querellantes, durante una reunión realizada hoy con la prensa en Manila.
Como elemento ajeno a la región, no sería una decisión juiciosa para Estados Unidos inmiscuirse en el asunto del Mar Meridional de China y permitir que esto afecte el desarrollo de los lazos bilaterales.
Existen en efecto diferencias entre las dos naciones, pero la clave se encuentra en la manera en que son manejadas.
Durante la reunión del lunes con Rice, el vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, Fan Changlong, y el consejero de estado chino, Yang Jiechi, reiteraron la postura de China sobre el tema del Mar Meridional de China y sobre el despliegue del sistema de defensa antimisiles estadounidense THAAD en la República de Corea.
El mensaje central de China es que se opone al fallo sobre el Mar Meridional de China y que el despliegue del sistema THAAD afectaría las relaciones entre China y Estados Unidos.
Importantes funcionarios chinos enfatizaron que las dos partes deben manejar y controlar sus diferencias de manera constructiva. Y Rice mostró su disposición a mantener una comunicación estrecha con China para evitar malentendidos y errores de cálculo.
Hay muchas áreas en las que las dos naciones pueden cooperar, incluyendo la económica, militar, de seguridad, de ley y orden y de mantenimiento de paz internacional, por mencionar algunas. La cooperación pragmática siempre debe pesar en las relaciones entre las dos naciones.
La cooperación bilateral ha alcanzado niveles sin precedentes, dijo Rice durante el encuentro con Yang y agregó que la cooperación entre las dos naciones en relación con el cambio climático, la epidemia de ébola y otros desafíos globales ha sido sumamente productiva.
Los líderes de las dos naciones se reunirán en la Cumbre del G20 de septiembre en Hangzhou y el mundo estará atento, no sólo a lo que se puede hacer con respecto a sus propios intereses, sino en relación con la paz y el desarrollo mundiales.
Durante su visita, Rice prometió trabajar con China para asegurar el éxito de la reunión de los dos jefes de Estado y de la próxima Cumbre del G20. Estas promesas son una señal positiva para las relaciones entre China y Estados Unidos y para la economía global.
(Fuente: Xinhua Español)
