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22 de octubre de 2015. Tras su participación en un banquete de Estado en el Palacio de Buckingham y en una cena de bienvenida en el Guildhall de Londres, este jueves el presidente chino, Xi Jinping, experimentó algo menos formal en un pub cerca de la residencia de Chequers del primer ministro británico, David Cameron.

Con un plato de pescado y patatas fritas y dos pintas de Greene King IPA, Cameron ofreció a Xi una noche típicamente británica en el Cadsden, una posada del siglo 16 ubicada en las colinas de Chiltern, Buckinghamshire.

Tras permanecer unos 20 minutos en el pub, Xi y su esposa, Peng Liyuan, se reunieron con Cameron y su esposa, Samantha, en Chequers, donde charlaron y cenaron juntos.

Los dos líderes conversaron durante más de cuatro horas sobre la gobernanza, las relaciones chino-británicas y varios asuntos globales en la referida residencia rural.

Al pasear por el césped con Cameron, Xi mencionó los resultados fructíferos alcanzados durante su actual visita de Estado a Reino Unido, primera de un presidente chino al país europeo en 10 años, y confió en que las relaciones China-Reino Unido entrarán en una “era dorada”.

“Sinceramente, sentí la gran importancia que otorga la parte británica al desarrollo de nuestros lazos y sus serias expectativas al respecto. También me impresionaron los sentimientos amistosos del pueblo británico hacia el chino”, destacó Xi.

Al referirse a los múltiples acuerdos alcanzados durante su visita, Xi dijo que no sólo han elevado los lazos chino-británicos a un nuevo nivel, sino que también han esbozado un plan para el fomento de la cooperación bilateral.

“China desea consolidar la cooperación de beneficio recíproco con todos los países, en pos del desarrollo y la prosperidad comunes. Nuestro país potenciará también la cooperación con Reino Unido en los ámbitos de la reforma, la innovación, el estado de derecho y la lucha contra la corrupción”, subrayó Xi.

Cameron se hizo eco de las palabras de Xi sobre la elevación de las relaciones bilaterales y lo calificó de “una decisión recíprocamente beneficiosa”. Instó, además, a ambas partes a poner en práctica los resultados de esta visita.

Reino Unido -dijo- respalda un papel más importante de China en las instituciones internacionales, apoya al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la internacionalización del RMB (renminbi o yuan chino), y está preparado para contribuir a la promoción de las relaciones entre China y la Unión Europea (UE).

Después de la estancia en Chequers, Xi y Peng viajaron a Manchester para el último día de la visita de Estado y otra actividad cultural destacada de la semana, una visita al estadio Etihad del Manchester City.

Chequers se localiza cerca de Ellesborough, al sur de Aylesbury, en Buckinghamshire, al pie de las colinas de Chiltern. Sirve como residencia rural privada de los primeros ministros británicos desde 1921.

Con las atenciones en su residencia rural y en el pub, Cameron ofreció a Xi, primer presidente de China que visita Chequers, una hospitalidad personal y muy familiar.

En comparación con su reunión formal en el número 10 de Downing Street, este lugar de descanso en el campo puede ayudar a generar un entorno más tranquilo para las conversaciones, durante las cuales ambos dirigentes son capaces de liberarse del protocolo diplomático e intercambiar puntos de vista como si estuviesen en la fiesta de un amigo, dijo Xu Xiujun, estudioso de la Academia de Ciencias Sociales de China.

En opinión de analistas, las interacciones en privado entre los dos líderes pueden ayudarles a entenderse mejor el uno al otro y tener un mejor conocimiento sobre la situación nacional del otro, de manera que sea más fácil evitar malentendidos.

Las conversaciones personales entre Xi y su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, en Sunnylands (California) en 2013 y en Yingtai (Beijing) en 2014, han sido interpretadas como exitosas prácticas de la “diplomacia sin corbata”.

Entre los líderes de Estado y otras personalidades que han sido invitados a visitar Chequers, un lugar que ha sido testigo de muchos momentos históricos, se encuentran el presidente ruso, Vladimir Putin, el fallecido mandatario norteamericano Ronald Reagan, el expresidente estadounidense George W. Bush y la canciller alemana, Angela Merkel.

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